martes, 22 de enero de 2013

Haciendo trampas para crear la simulación perfecta

La Tierra morirá, si no antes, cuando el Sol colapse. Esto ocurrirá en aproximadamente 7.000 millones de años. Sin embargo, en el universo, la muerte de planetas y soles es un hecho habitual y nuestro sistema solar está formado parcialmente de sus remanentes.

El fin de las estrellas, soles, ricos en masa es a menudo una estrella de neutrones. Estas estrellas muestran una gran densidad, en la cual los átomos están extremadamente comprimidos. Dichas estrellas de neutrones no son más grandes que una pequeña ciudad pero más pesadas que nuestro Sol. El núcleo atómico está muy densamente comprimido. En estos núcleos atómicos densamente comprimidos, entran en juego las fuerzas nucleares. Estas mantienen la estrella de neutrones compacta y son responsables de su "vida eterna" y en los últimos 35 aós, las interacciones nucleares fuertes estaban entre los más grandes retos de la física teórica.

Ahora, un equipo de investigadores ha tenido éxito simulando las interaciones nucleares atómicas fuertes para permitir su calculabilidad preservando al mismo tiempo las características típicas de una estrella de neutrones. Simulaciones previas intentaron especificar la materia dentro de estrellas de neutrones colapsadas demasiado grandes en tamaño y dando lugar a propiedades equivocadas una y otra vez. Estas simulaciones no funcionaban porque había muchos núcleos atómicos.

Los investigadores no fueron capaces de resolver el problema inicial ya que los algoritmos aún no eran lo suficientemente potentes, Sin embargo, en el centro Jena, donde llevaban trabajando en este tema desde 2007, se alcanzó un nuevo nivel de calidad. Encontraron una "modificación de la teoría para ese tipo de compresión ajustada. Eso permitió que se pudiera simular el material nuclear, preservando la mayoría de las características de la estrella de neutrones con el método Jena, pero ahora posibilitando su calculabilidad.

El equipo de investigación llevó a cabo esta tarea modificando de forma inteligente las fuerzas nucleares y resolviendo el problema de apilado de átomos, aunque los físicos admiten al mismo tiempo que estaban haciendo algunas trampas. Sin embargo creen firmemente haber encontrado el mejor atajo posible, ya que ahora sben que es relevante para la simulación original.

Via Jena University

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